"Criador y redentor nuestro". La misión del Hijo según Ignacio de Loyola

Resumen

En el relato autobiográfico ignaciano aparece una conexión entre el conocimiento místico y las relaciones con la Trinidad (n. 28-30). En los Ejercicios y en el Diario espiritual se describe cómo la misión del Hijo está fundada en la vida intratrinitaria («procesiones»). Las distintas personas divinas están involucradas en manera particular para llevar a cabo la misión. El Padre y el Espíritu Santo apoyan el avance de la misión de Cristo en el mundo. Loyola acentúa una estrecha relación entre el acto de la creación y de la redención y el don de la gracia a participar en ella. La universal misión del Cristo resucitado, designado por el Padre para que, como «Rey eternal», lleve a plenitud las promesas salvíficas del Evangelio, hace que la misión del cristiano posea una perspectiva universal: «Omnia ad maiorem Dei Gloriam».