La vida y la sensibilidad de la materia biológica en la filosofía de Xavier Zubiri

Resumen

Este ensayo expone las ideas zubirianas acerca de la materia biológica, que la materia —la esencia de las sustantividades materiales— da de sí por su potencialidad de sistematización. El animal es una estructura biológica que es dinámicamente estable y reversible. Su vida y su sensibilidad son propiedades sistémicas. Como propiedades, son combinaciones funcionales que emergen de las actividades respectivas de las moléculas orgánicas componentes del animal. La vida no es una fuerza, sino un principio dominante que orienta las acciones moleculares. En cuanto a la sensibilidad animal, Zubiri la analiza en tres niveles: el proceso sentiente, la habitud y las estructuras constitutivas. La suscitación, la modificación tónica y la respuesta son los tres momentos constitutivos del indivisible proceso sentiente. Habitud, o la manera de enfrentarse con las cosas, subyace el proceso sentiente y es el fundamento de toda suscitación y de toda respuesta. La habitud propia del animal es sensibilidad, y la formalidad correspondiente es la formalidad del mero estímulo. Bajo esta formalidad, el animal aprehende los estímulos sólo como un signo de respuesta y nada más. El proceso sentiente y la habitud, a su vez, se hacen posible por las estructuras constitutivas del animal, particularmente, por su sistema nervioso. La evolución morfológica de este sistema se puede entender desde la formalización: Cuanto más formalizado es el sistema nervioso, tanto más variados son las percepciones (suscitación), los afectos (modificación tónica) y las posibles respuestas del animal. Pero cualquiera que sea el grado de formalización de su sistema nervioso, el animal nunca puede dejar de aprehender algo bajo la formalidad del mero estímulo.