Migraciones | nº 60 [2024] [ISSN 2341-0833]
Crisis global, fronteras y política migratoria
Reflexiones desde a frontera sur de México
Daniel Villafuerte Solís y María del Carmen García Aguilar
2023. Ediciones Navarra.
192 páginas.
Eduardo Torres Alonso
Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Universidad Nacional Autónoma de México

Daniel Villafuerte Solís y María del Carmen García Aguilar han publicado un nuevo libro que reúne diversas piezas ensayísticas bajo el título Crisis global, fronteras y política migratoria. Reflexiones desde a frontera sur de México. Es una suerte de reflexión en voz alta desde la periferia sobre un asunto central: las migraciones y sus problemas. La tesis central es que existe una relocalización y resignificación de las fronteras en un contexto de crisis del sistema-mundo. Desde aquí se puede conjeturar hacia donde va la argumentación de los autores: cuestionamiento a la modernidad, al modelo hegemónico de desarrollo y a la manera en la cual se ha logrado —si es que es así— el desarrollo.

La persona que se acerca a esta obra recibe un conjunto de planteamientos, aproximaciones —algunas como respuestas abiertas y otras tantas conclusivas— y preguntas que la orillan a ir más allá para tratar de comprender la realidad migratoria, con sus temporalidades y horizontes desconocidos. Villafuerte y García despliegan su capacidad académica y la reúnen con la de divulgación porque esta obra puede ser leída por todo público, tanto por el especializado como por quienes ejercen el periodismo, participan en movimientos sociales, los tomadores de decisiones o aquellos interesados en el tema.

Este es uno de los aspectos que sobresalen del texto. En medio de tanto ruido informativo, piezas audiovisuales y mensajes breves publicados en la internet, en donde la verdad y la mentira no se confunden sino que se funden, Crisis global, fronteras y política migratoria se posiciona como una obra que, sin pretenderlo, se vuelve un faro para la discusión pública. Así lo acreditan sus ensayos que son, en principio, elementos autónomos, pero al ser leídos de manera integral toman una nueva dimensión, una que forma parte de una agenda de investigación de largo aliento.

Los capítulos-ensayos son diez: “Crisis global y sus expresiones”, “La fronterización en tiempos de la globalización neoliberal”; “Externalización y militarización de las fronteras”; “La migración y el refugio como expresiones de la crisis global”; “La caravana de migrantes en la frontera sur de México”; “Tapachula, nodo de la red migratoria global”; “Las fobias hacia los migrantes”; “Respuestas del gobierno frente a la ola migratoria”; “Escenario tendencial de la migración irregular clandestina”, y “Análisis articulado de la política migratoria de contención”. Con el contenido de cada uno de estos, se pueden advertir los temas generales de esta obra que son transversales a la discusión propuesta: crisis sistémica, política migratoria, globalización, fronteras, y territorios. Cinco temas cuya problematización entraña una labor compleja en tanto que cada uno conlleva, a su vez, subtemas y actores locales, regionales, nacionales y supranacionales.

Por ejemplo, al reflexionar sobre el primero de los arriba mencionados, la crisis, Villafuerte y García señalan que dos binomios reflejan las contradicciones contemporáneas del planeta: globalización / pobreza y globalización / guerra. Estos binomios resultan en situaciones paradójicas en tanto que el discurso hegemónico de la globalización consideró que la pobreza desaparecería del planeta cuando los mercados y la libertad comercial se expandieran sin restricción alguna por el globo; mientras que la paz sería el signo de los tiempos en tanto que el derecho internacional público y los organismos multilaterales se volverían el instrumento y los espacios, respectivamente, para la resolución de las controversias. Nada de esto ha sucedido. La pobreza se ha agudizado merced la desigualdad del comercio global, la “vocación” de los territorios, y la crisis de la pandemia por COVID-19, y las guerras entre países y al interior de los mismos por razones identitarias, por recursos naturales o religiosas, no sólo no han desaparecido, sino que se han multiplicado. Los casos de Ucrania, Palestina, Sudán, Yemen, el Sahara, Siria, Myanmar, Etiopía, en fin, Burkina Faso, dan cuenta de ello con el consecuente desplazamiento forzado de personas.

La historia no terminó como se anunció a finales del siglo XX; por el contrario, tomó una nueva fuerza. Las fronteras, acaso máxima expresión de los Estados-nación construidos desde la paz de Westfalia, son, para ellos, herramientas necropolíticas. Bajo el principio de soberanía, los Estados-nación deciden quién entra a su territorio y quién no, con lo que determinan no tanto quién vive, sino quién tiene mayores probabilidades de perecer puesto que puede ser víctima del crimen organizado, de las inclemencias de la naturaleza o del cese del funcionamiento de sus órganos vitales por el esfuerzo por cruzar la frontera. Los vivos son pocos y los muertos se multiplican en cada lindero. Bauman, Foucault, Mbembe están presentes en las reflexiones de Villafuerte y García.

A Tip (Thomas P.) O´Neill, político estadunidense del Partido Demócrata que se desempeñó como Speaker de la Casa de los Representantes entre 1977 y 1987, se le atribuye una frase que manifiesta la forma en la cual la globalización ha “achicado” el mundo: “all politic is local”. Esta puede darse como válida en tanto que las acciones de gobierno tienen como origen y destino el espacio inmediato, pero sus repercusiones van más allá de lo geográficamente cercano. Tapachula de Córdova y Ordóñez es una ciudad fronteriza localizada en el estado de Chiapas. Puede ser considerada inexistente si se le compara con Nueva York, Londres, París, Moscú o Tokio, pero su posición geopolítica le otorga una relevancia incontestable. Colinda con la República de Guatemala y es el foco de atención y de preocupación hemisférica en el tema migratorio. Por ahí transitan miles de personas provenientes de países centroamericanos, de América del Sur; incluso, de África.

La reacción del actual gobierno mexicano, el primero en asumirse abiertamente de izquierda, ha sido desconcertante porque no ha implementado una política migratoria distinta a la de administraciones anteriores, denominadas como “neoliberales”, sino que ha profundizado las detenciones y las deportaciones. Esto, por supuesto, no ha detenido el “éxodo”. Esta situación no sólo preocupa a las autoridades mexicanas, sino a las de Estados Unidos y Canadá. La migración en la frontera sur de Chiapas es un asunto trilateral, como comunidad de América del Norte, pero también centroamericano ya que las condiciones de vida de esos países hacen que miles de personas salgan con la esperanza de “algo” mejor, así sea con la alta probabilidad de que ese “algo” no llegue. Estos dos temas son analizados en “Tapachula, nodo de la red migratoria global” y “Respuestas del gobierno frente a la ola migratoria”, respectivamente. Si ayer la crisis migratoria se desarrollaba en la frontera México-Estados Unidos; hoy, a esta se suma la que existe, prolonga y dificulta en la frontera México-Guatemala. Se trata de la lucha por la supervivencia.

Crisis global, fronteras y política migratoria. Reflexiones desde a frontera sur de México contribuye, con un sentido de urgencia, a la discusión crítica y posicionada sobre la peor crisis humanitaria del siglo en curso cuya gramática no considera derechos humanos. Las páginas del libro reflejan la política y mercantilización de los cuerpos y de las esperanzas, y los miedos y las fobias de las sociedades receptoras de migrantes, pero también la expectativa de que algo distinto puede hacerse, sin caer en la fantasía.