Aunque ampliamente estudiadas, las actitudes hacia la inmigración se han analizado casi exclusivamente en países del Norte Global (Hainmueller y Hiscox, 2010; Turper et al., 2015; Berinsky et al., 2020). Esto ha generado modelos teóricos que no siempre capturan la diversidad de contextos, ignorando factores clave como el país de origen de los migrantes o las dinámicas locales de recepción (Lawrence, 2011; Gonnot et al., 2020; Lebow et al., 2020). En este artículo, exploraremos si las teorías desarrolladas en el Norte Global para explicar las actitudes hacia la inmigración resultan aplicables a los flujos sur-sur. A partir del caso de la migración venezolana, sostenemos que los contextos de recepción latinoamericanos reconfiguran los mecanismos explicativos de dichas teorías. En particular, analizamos las percepciones hacia las personas migrantes desde las teorías de la competencia realista, poniendo a prueba su aplicabilidad condicionada en sociedades marcadas por desigualdades estructurales y limitadas capacidades estatales.
Una diferencia clave entre los contextos migratorios del Norte y del Sur Global radica en las características de la inmigración que reciben. Mientras que el primero recibe personas migrantes de múltiples países y trasfondos culturales, el Sur Global, particularmente en América del Sur, más del 80% de la migración es intrarregional. Estas personas migrantes intrarregionales comparten similitudes socioculturales significativas con el país receptor (Martínez-Correa et al., 2022). Los países del Sur Global también presentan mayores niveles de desigualdad y sistemas de protección social inadecuados (Noy y Voorend, 2016; Gasparini y Cruces, 2021). Esto es particularmente relevante en América Latina, donde estas condiciones pueden influir en las actitudes hacia personas inmigrantes. Aplicar acríticamente enfoques teóricos desarrollados en el Norte Global a situaciones en el Sur Global sin considerar estas diferencias contextuales podría sesgar nuestros resultados y conclusiones.
Para explorar la aplicabilidad de la literatura sobre actitudes hacia la población inmigrante en un contexto latinoamericano, utilizaremos el caso del desplazamiento venezolano; el mayor desplazamiento poblacional intrarregional en la historia de América del Sur (Vivas y Páez 2017; Gandini et al., 2019; Miranda Pérez, 2020; Freier y Doña‐Reveco, 2022).
Hacia fines de 2020, más de 5.4 millones de personas venezolanas habían salido del país, con aproximadamente el 80% (4.3 millones) residiendo en América Latina y el Caribe. Más del 90% de estas se encontraban en cinco países: Colombia (1.72 millones), Perú (1.04 millones), Chile (457 mil), Ecuador (417 mil) y Brasil (262 mil) (R4V, 2024)1. Este desplazamiento ha influido significativamente en la creación de nuevos patrones migratorios en la región, logrando que países históricamente emisores de emigrantes se convirtieran en receptores de inmigrantes. Desde 2015, por ejemplo, Colombia, Perú y Ecuador pasaron de ser principalmente países emisores de migrantes a convertirse en los principales receptores de inmigrantes de origen venezolano (Álvarez y Phelan, 2019).
Estas personas migrantes comparten con los cinco países receptores ciertas características sociodemográficas, como el idioma (exceptuando Brasil), y perfiles educativos y etarios comparables que las distinguen de los flujos migratorios sur-norte (Martínez-Correa et al., 2022). Más allá de estas similitudes, Venezuela presenta rezagos sustantivos y desigualdades persistentes en indicadores estructurales clave en relación con los países receptores que reflejan el impacto acumulado de la crisis humanitaria y constituyen un marco necesario para comprender las actitudes hacia la migración venezolana (ver tabla A1 en Anexo).
Esto nos lleva a sostener que los contextos de recepción de inmigrantes venezolanos influyen en las variables que explican las actitudes hacia las personas migrantes en estos cinco países. Más allá de una simple comparación empírica, buscamos evaluar hasta qué punto las teorías formuladas en contextos del Norte pueden ser aplicables —y en qué condiciones— al Sur Global. Para ello, analizamos estas percepciones a partir de las llamadas “teorías de la competencia realista”, un enfoque teórico ampliamente utilizado para explicar las actitudes hacia la inmigración, que aquí se pone a prueba en un escenario de desigualdad estructural y limitada capacidad estatal. En particular argumentamos, que, si las sociedades latinoamericanas son más desiguales que las del Norte Global, la competencia por los recursos debería jugar un papel significativo en la formación de actitudes hacia inmigrantes en América Latina (Malone, 2019). Dado que la competencia puede ser percibida a nivel micro y a nivel macro analizaremos tanto la competencia grupal como la competencia basada en el interés individual. De esta forma podremos fortalecer la comprensión de la relación entre competencia y actitudes de la población hacia personas inmigrantes.
En resumen, proponemos ampliar los estudios sobre actitudes hacia personas inmigrantes más allá del contexto del Norte Global. Para ello, nuestro enfoque se centra en grupos de inmigrantes que comparten mayores similitudes con la población del país receptor, con el fin de explorar una diferencia contextual respecto al Norte Global. En particular estudiamos las actitudes hacia inmigrantes de Venezuela en los cinco países que han recibido la mayor cantidad de inmigrantes venezolanos; Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Así, nos preguntamos: ¿Son aplicables las teorías sobre actitudes hacia inmigrantes del Norte Global en el contexto latinoamericano? Responderemos a esta pregunta contrastando las teorías de actitudes hacia las personas migrantes más aceptadas y desarrolladas en el norte global con el análisis de datos disponibles públicamente de la encuesta Latinobarómetro 2020. Esta encuesta fue aplicada a fines del primer año de la pandemia de COVID-19, dos años después de un gran incremento en la salida de venezolanos de su país, poco después de severas crisis políticas en los países receptores, los cuales además en general endurecieron sus políticas de ingreso.
Este artículo continúa de la siguiente manera. En la próxima sección presentamos una revisión de las teorías sobre actitudes hacia inmigrantes en el Norte y el Sur Global. Posteriormente, discutimos el método utilizado en esta investigación y la base de datos de Latinobarómetro 2020. A continuación, presentamos los análisis de una serie de regresiones de mínimos cuadrados ordinarios (OLS regression) y analizamos sus implicaciones. Finalmente, concluimos este artículo reafirmando la importancia de diversificar la investigación en las ciencias sociales.
Nuestro estudio se enmarca en las teorías de la competencia realista, derivadas de los enfoques de la amenaza intergrupal en la psicología social y la sociología de las relaciones étnicas (Fussell, 2014; Hellwig y Sinno, 2017). Estas teorías sostienen que las actitudes hacia las personas inmigrantes emergen de percepciones de amenaza económica y simbólica, que combinan dimensiones materiales (empleo, servicios, bienestar) y culturales (valores, identidad), generando emociones negativas hacia ciertos grupos (Turper et al., 2015). Estas percepciones se activan cuando los inmigrantes son vistos como “otros” que podrían afectar negativamente al país o reducir el acceso a recursos estatales (Zhirkov, 2021; Javdani, 2020; Berinsky et al., 2020).
Aunque algunas corrientes dentro de este marco han enfatizado la amenaza cultural y la afinidad de atributos —como el idioma o la religión— para explicar la hostilidad hacia ciertos grupos (Brader et al., 2008; Hangartner et al., 2019), estos factores parecen tener menor relevancia en contextos como América Latina, donde las similitudes culturales y lingüísticas entre inmigrantes y receptores son mayores (Lawrence, 2011). En este sentido, nuestro enfoque se distancia de estas perspectivas para centrarse en las dimensiones económicas y fiscales de la competencia, que consideramos más pertinentes para comprender las actitudes hacia la inmigración en la región.
Si bien gran parte de la literatura del Norte Global ha privilegiado la amenaza cultural como principal motor de las actitudes antiinmigrantes, las teorías de la competencia ofrecen un marco alternativo y complementario para entender cómo las percepciones de escasez de recursos y rivalidad económica influyen en estas actitudes (Hainmueller y Hopkins, 2014). En contextos marcados por desigualdad estructural y limitada capacidad estatal, como muchos países latinoamericanos, estas teorías permiten explorar cómo la inmigración es percibida como una presión sobre el empleo, los servicios públicos y el bienestar social, más que como una amenaza a la identidad cultural.
Según esta teoría, la competencia por los recursos desempeña un papel significativo en la configuración de las actitudes de la población hacia las personas inmigrantes (Hainmueller y Hiscox, 2010; Turper et al., 2015; Ross y Rouse, 2015; Paredes, 2017; Eger et al., 2022; Thompson, 2022). La competencia se relaciona con la percepción de que la población inmigrante representa una amenaza para el país o para los recursos personales de la ciudadanía, lo que incrementa las actitudes negativas hacia ellos o hacia determinados grupos específicos (Turper et al., 2015). De manera similar, en lo referente a las actitudes hacia las personas inmigrantes y la inmigración en Estados Unidos, Eger et al. (2022) encontraron que las actitudes negativas están relacionadas con una amenaza percibida de competencia por parte de un grupo externo hacia la población del país receptor.
Estos autores sostienen que este aspecto es especialmente relevante en términos de competencia económica, ya que el grupo dominante percibe al grupo minoritario como una amenaza para los recursos del país (Turper et al., 2015). Esto ha sido verificado por varios estudios que muestran que la competencia colectiva en el mercado económico desencadena actitudes negativas hacia personas inmigrantes (Hainmueller y Hiscox, 2010). Por ejemplo, la investigación de Hainmueller y Hiscox (2010) demuestra que la actitud de las personas hacia la población inmigrante está fuertemente influenciada por la percepción de amenazas a la economía y al acceso a los servicios públicos a nivel macro.
De manera similar a la experiencia en el Norte Global, el número limitado de estudios sobre este tema en América Latina también sugieren que la competencia influye en las actitudes hacia inmigrantes (Lawrence, 2011; Malone, 2019; Rodriguez Chatruc y Rozo, 2021; Vega-Méndez y Visconti, 2021; Castillo et al., 2023). Varios países latinoamericanos enfrentan altos niveles de desigualdad y limitaciones en los recursos, lo que hace que el concepto de competencia sea clave para comprender las actitudes hacia inmigrantes en esta región. Así, la investigación en el Sur Global, especialmente en América Latina, destaca la importancia de la dimensión económica de la competencia (Lawrence, 2011; Rodriguez Chatruc y Rozo, 2021), así como la competencia por el acceso a los servicios públicos (Malone, 2019; Vega-Méndez y Visconti, 2021; Castillo et al., 2023).
Los estudios sobre América Latina también destacan la importancia de la competencia a nivel macro; sin embargo, a diferencia del Norte Global, normalmente no se hace referencia a la teoría de la amenaza grupal. Rodriguez Chatruc y Rozo (2021) investigaron las actitudes de las y los colombianos hacia las personas inmigrantes durante momentos de crisis, y descubrieron que estas crisis pueden intensificar las percepciones negativas y aumentar la competencia con la población inmigrante. Estos autores muestran que durante la pandemia de COVID-19, la población colombiana sintió un aumento del resentimiento hacia inmigrantes, relacionado con la percepción de amenazas económicas a los recursos colectivos. En la misma línea, Castillo et al. (2023), al examinar las actitudes de las y los chilenos hacia personas inmigrantes durante la pandemia de COVID-19, encontraron que la crisis pandémica tuvo un impacto negativo en las actitudes de la población hacia inmigrantes de origen venezolano y peruano.
La investigación en el Sur Global también sugiere que el acceso a los servicios sociales y públicos, como la educación y la salud, puede generar competencia entre el grupo dominante y la población inmigrante (Vega-Méndez y Visconti, 2021). Analizando el caso de Colombia, estos autores argumentan que la población nativa percibe una amenaza potencial debido a una posible limitación en el acceso a los servicios públicos, particularmente en países donde los beneficios sociales son más difíciles de obtener. Esta percepción de amenaza contribuye al aumento de actitudes negativas hacia inmigrantes.
Según Malone (2019), estas percepciones están relacionadas por “amenazas tangibles”. La autora sostiene que el impacto de la amenaza tangible percibida influye directamente en la actitud de la población hacia la inmigración. En contraste, Malone sugiere que, en países con mayor industrialización, las actitudes están más influenciadas por amenazas simbólicas, vinculadas a percepciones de amenaza cultural.
Proponemos que las desigualdades estructurales y la limitada capacidad estatal de los países latinoamericanos configuran un escenario en el que las percepciones de competencia por recursos escasos influyen en las actitudes hacia la inmigración. En consecuencia, quienes consideran que la inmigración reduce el acceso a servicios públicos o incrementa la carga fiscal del Estado expresarán actitudes más negativas (competencia macro o fiscal).
Este enfoque no excluye otras dimensiones relevantes. De hecho, nuestro análisis considera que la competencia opera en múltiples niveles. Diversos estudios, especialmente en el Norte Global, han distinguido entre una competencia de tipo macro —relacionada con amenazas colectivas percibidas por el grupo dominante— y una competencia de tipo micro, vinculada a intereses individuales y experiencias personales (Turper et al., 2015; Ross y Rouse, 2015; Thompson, 2022; Meseguer y Kemmerling, 2018). En este sentido, abordamos ambas dimensiones para comprender cómo se configuran las actitudes hacia la inmigración en contextos latinoamericanos.
La competencia basada en el interés individual ocurre cuando las personas perciben que sus propios recursos pueden verse directamente afectados por un grupo minoritario (Ross y Rouse, 2015). De manera similar a la competencia grupal, la competencia por interés individual es predominantemente económica y tiene un impacto significativo en las actitudes hacia las personas inmigrantes (Hainmueller y Hiscox, 2010; Ross y Rouse, 2015; Thompson, 2022). Thompson (2022) argumenta que la competencia económica basada en el interés individual está relacionada con la “ansiedad económica”, lo que lleva a una parte de la población de los países receptores a percibir a las personas inmigrantes como amenazas para su situación económica individual.
Esto ha dado lugar a una literatura importante que describe cómo aspectos específicos de la competencia económica personal pueden influir en las actitudes hacia las personas inmigrantes. Hainmueller y Hiscox (2010) exploran cómo el ingreso individual está directamente relacionado con las actitudes de la población estadounidense hacia inmigrantes, descubriendo que aquellos con menores ingresos tienden a tener una mayor oposición. Esto muestra cómo las finanzas personales pueden moldear la percepción de la competencia y afectar las actitudes de la población hacia inmigrantes. De manera similar, Ross y Rouse (2015) investigan la relación entre la competencia basada en el interés individual y el mercado laboral en Estados Unidos. Encontraron que existe una percepción de que las personas inmigrantes representan una posible amenaza para las oportunidades laborales propias, particularmente durante crisis económicas, lo que incrementa la oposición hacia ellas.
Si bien varios estudios realizados en el Norte Global enfatizan que el mercado económico es el principal factor de la competencia basada en el interés individual frente los grupos minoritarios, Ross y Rouse (2015) argumentan que la competencia también puede estar relacionada con el acceso a los servicios públicos. Estos autores destacan los temores de la población sobre la posibilidad de que inmigrantes saturen los servicios públicos, dificultando aún más el acceso a ellos.
En el contexto latinoamericano, Meseguer y Kemmerling (2018) examinaron los factores que contribuyen a las actitudes antiinmigrantes en América Latina. Argumentan que las habilidades de la población inmigrante son un factor significativo en la formación de estas actitudes, dependiendo del desarrollo del país. Así, las personas inmigrantes con menores niveles de cualificación enfrentan una competencia más intensa en países en desarrollo. Meseguer y Kemmerling (2018) destacan que esto se debe a que, en estos contextos, las habilidades laborales más bajas son percibidas como una amenaza directa para una parte significativa de la población local.
También para el caso latinoamericano, Lawrence (2011), argumenta que el interés económico personal tiene un mayor impacto en las actitudes de las personas hacia inmigrantes que otros factores. Por tanto, “[A]quellos con menos recursos y personalmente insatisfechos con su situación económica pueden percibir un mayor grado de amenaza por parte de los inmigrantes” (Lawrence, 2011, p. 161). Estos hallazgos destacan la importancia del interés individual en la configuración de las actitudes hacia inmigrantes en el contexto latinoamericano.
Siguiendo la literatura sobre la competencia basada en el interés individual, hipotetizamos que, en el caso de América Latina quienes perciben menor presión económica personal y mayor estabilidad en su bienestar tenderán a mostrar actitudes más positivas hacia las personas inmigrantes.
La literatura existente del Norte y Sur Global resalta el papel significativo de la competencia en la configuración de las actitudes de la población hacia las personas inmigrantes. Esta competencia se manifiesta a nivel macro cuando el grupo dominante percibe que la población inmigrante amenaza los recursos de su país al ser considerada un grupo externo (Eger et al., 2022). También puede presentarse a nivel micro, cuando las personas perciben que inmigrantes amenazan sus propios recursos. Los académicos han atribuido principalmente esta competencia a factores económicos; sin embargo, también existe evidencia que la vincula con el acceso a servicios públicos o beneficios sociales.
Dicho esto, las características individuales proporcionan el contexto en el cual se construyen estas actitudes. En la siguiente sección, desarrollamos cómo estas características pueden influir en el desarrollo de actitudes positivas o negativas hacia las personas inmigrantes.
Otro aspecto estudiado en la literatura, tanto del Norte como del Sur Global, es el impacto de las características individuales en las actitudes hacia las personas inmigrantes, como la orientación política, el sexo, el nivel educativo y la raza, entre otras. En esta sección, exploramos las características más comúnmente estudiadas para analizar posibles diferencias entre el Norte Global y América Latina.
En primer lugar, la orientación política es probablemente una de las características personales más utilizadas para explicar las actitudes hacia las personas inmigrantes (Malone, 2019; Berinsky et al., 2020; Pryce y Chenane, 2023). En el Norte Global, Berinsky et al. (2020) argumentan que la orientación política moldea las actitudes y comportamientos de la población hacia la inmigración. De manera similar, Pryce y Chenane (2023) exploraron las actitudes hacia personas inmigrantes que obtienen la Green Card en Estados Unidos, descubriendo que los liberales tienden a tener actitudes más positivas que los conservadores. En el contexto del Sur Global, los hallazgos de Malone (2019) muestran que las personas con una perspectiva ideológica de derechas eran menos tolerantes con la población inmigrante que aquellas que se identificaban con la izquierda.
Igualmente, estudios previos han encontrado que el género de quien responde influye en las actitudes hacia la inmigración (Valentova y Alieva, 2014; Rodriguez Chatruc y Rozo, 2021). Sin embargo, los resultados varían entre estudios, sin mostrar claridad sobre si las mujeres o los hombres tienen actitudes más negativas hacia las personas inmigrantes. Estudiando el caso de Luxemburgo, por ejemplo, Valentova y Alieva (2014) encontraron que las mujeres presentaban actitudes más negativas que los hombres. En su metaanálisis sobre factores individuales y contextuales que influyen en las actitudes hacia la inmigración, Dražanová (2022) concluye que el género, en la mayoría de los estudios revisados, no es un factor estadísticamente significativo cuando sí lo es, las mujeres tienden a mostrar actitudes igual o ligeramente más negativas que los hombres. Ninguno de los estudios incluidos en este metaanálisis fue realizado en América Latina. Por otro lado, en un contexto del Sur Global, el estudio de Rodriguez Chatruc y Rozo (2021) sobre las actitudes de la población colombiana encontró que los hombres tenían actitudes más negativas que las mujeres.
En tercer lugar, la literatura también ha destacado la importante influencia del nivel educativo en las actitudes hacia las personas inmigrantes. Para el caso de EE. UU., Yang y Mena (2019) muestran que las personas con un nivel educativo más alto tienden a ser más abiertas y muestran actitudes más positivas hacia la inmigración. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la fuerza de esta relación depende de factores contextuales y en casos de países fuera de “occidente” no necesariamente se mantiene (Dražanová, 2022). En el caso de América Latina, Meseguer y Kemmerling (2018) encontraron que la educación cumple un papel esencial en la promoción de la tolerancia hacia esta población, en particular a mayor nivel educativos más favorables son las actitudes hacia las personas inmigrantes.
Además del nivel educativo, otras características sociodemográficas también influyen en las actitudes hacia la inmigración, entre ellas la “raza” y la pertenencia a un grupo étnico. Algunos estudios indican que las personas blancas tienden a mostrar actitudes más negativas hacia la inmigración, en comparación con otros grupos raciales o étnicos (Thompson, 2022). Sin embargo, esto no siempre se cumple. Paredes (2017), en su estudio sobre actitudes hacia inmigrantes en EE. UU., encontró que la población latina no difiere significativamente de las personas blancas en sus actitudes hacia la inmigración. Varios estudios en América Latina no incluyen la variable raza debido a diferencias en su medición respecto de otras regiones del mundo.
La diversidad poblacional de América Latina incluye múltiples etnias y solo cuatro países en la región (Brasil, Colombia, Panamá y República Dominicana) tienen una población significativa que se identifica como negra (Telles y Paschel, 2014). Esto presenta desafíos para la medición de la categoría racial, especialmente en estudios comparativos entre países. No obstante, incluimos la variable raza en nuestro análisis para explorar su impacto en las actitudes hacia las personas inmigrantes dentro del contexto latinoamericano.
Finalmente, la edad es otra característica que algunos académicos argumentan que influye en las actitudes hacia la inmigración (Paredes, 2017; Rodriguez Chatruc y Rozo, 2021). Estos estudios indican que las personas más jóvenes tienden a ser más tolerantes hacia la población inmigrante. Paredes (2017) analizando la tolerancia hacia personas inmigrantes en Texas, halló que quienes tenían entre 30 y 44 años eran más tolerantes que los de 44 a 59, quienes a su vez eran menos tolerantes que los mayores de 60 apertura años. El autor atribuye estas diferencias a una mayor exposición generacional a la diversidad migratoria. Por su parte, Rodriguez Chatruc y Rozo (2021) investigaron encontraron que —en el caso colombiano— las personas jóvenes muestran actitudes más positivas que las personas mayores.
En línea con la literatura del Norte Global, esperamos que quienes se identifican con posiciones políticas de derecha, niveles educativos más bajos o edades mayores manifiesten actitudes menos favorables hacia la inmigración. En cuanto al género, los estudios muestran resultados mixtos, aunque se anticipa que las diferencias serán contextualmente variables. Asimismo, dada la heterogeneidad racial de América Latina, se prevé que la autoidentificación racial no sea un predictor consistente de las actitudes. Con ello, exploramos si los efectos atribuidos a estas características personales en contextos del Norte son transferibles al Sur Global o si su influencia se reconfigura bajo condiciones de desigualdad y capacidad estatal limitada.
En conclusión, la literatura existente destaca la importancia de diversos factores en la formación de actitudes hacia las personas inmigrantes. Académicos como Turper et al. (2015) enfatizan cómo la población percibe a las personas inmigrantes como una amenaza para los recursos, lo cual influye significativamente en sus actitudes hacia la inmigración. Esta percepción puede estar relacionada tanto con los recursos del país como con los recursos personales (Hainmueller y Hiscox, 2010; Ross y Rouse, 2015). Además, los estudios subrayan la influencia de características demográficas —incluidas la orientación política, la edad, el género, la educación y la raza— en las actitudes hacia la inmigración (Paredes, 2017; Yang y Mena, 2019; Berinsky et al., 2020).
Esperamos, por tanto, que las percepciones de competencia económica y fiscal, tanto macro como micro, y las características individuales —incluidas la orientación política, el nivel educativo, el género, la edad y la raza— condicionen las actitudes hacia la inmigración en América Latina. Evaluamos estas hipótesis mediante modelos de regresión OLS aplicados a datos del Latinobarómetro 2020, con el objetivo de identificar los determinantes micro y macro de las actitudes hacia personas inmigrantes venezolanas en los cinco países con mayor número de inmigrantes de origen venezolano; Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú (N = 5,688)2.
Los datos del Latinobarómetro 2020 ofrecen una fuente única para examinar las actitudes hacia la inmigración en un contexto regional de crisis. Sin embargo, esta edición presentó limitaciones particulares atribuibles al levantamiento de datos durante la pandemia de COVID-19 que pudo influir en las percepciones económicas y en los niveles de incertidumbre social. Hubo un aumento en la cantidad de personas que rechazaron participar de la encuesta aun cuando ninguno de los países se encontraba en cuarentena o confinamiento al momento de la encuesta. En al menos un país (Colombia) hubo mayor dificultad para encuestar específicamente a personas mayores. Si bien esto dificulta comparaciones longitudinales, las muestras finales no cambiaron respecto de otros años de aplicación de esta encuesta (Corporación Latinobarómetro, 2021). En consecuencia, los resultados deben interpretarse como una instantánea del clima de opinión durante un momento de crisis, más que como una tendencia longitudinal o representativa de periodos previos o posteriores.
Nuestra variable dependiente refleja la percepción de las y los encuestados respecto a recibir inmigrantes provenientes de Venezuela, medida mediante una escala ordinal de cuatro categorías que va desde muy positiva hasta muy negativa. Esta variable fue recodificada en orden inverso, de modo que valores más altos indican actitudes más positivas y valores más bajos, actitudes más negativas. La tabla 1 presenta el porcentaje de respuestas por categoría de la variable dependiente en cada país analizado.
| País | Opinión sobre recibir inmigrantes de Venezuela | Total | ||||
|---|---|---|---|---|---|---|
| Muy Negativa | Algo Negativa | Algo Positiva | Muy Positiva | % | N | |
| Brasil | 8.4 | 35.6 | 50.1 | 5.9 | 100.0 | 1,138 |
| Chile | 20.1 | 43.6 | 33.8 | 2.5 | 100.0 | 1,065 |
| Colombia | 48.2 | 30.4 | 17.0 | 4.4 | 100.0 | 1,156 |
| Ecuador | 41.3 | 38.8 | 16.8 | 3.1 | 100.0 | 1,165 |
| Perú | 45.0 | 36.3 | 16.5 | 2.1 | 100.0 | 1,164 |
| Total | 32.9 | 36.8 | 26.6 | 3.6 | 100.0 | 5,688 |
En este estudio no incluimos indicadores directos de amenaza simbólica, como percepciones sobre identidad, valores o cultura nacional. En consecuencia, el análisis se centra en la dimensión realista de la amenaza, que capta percepciones de competencia económica, laboral y fiscal en contextos de desigualdad estructural y limitada capacidad estatal. En este contexto, para nuestro análisis agrupamos las variables independientes en cinco categorías.
En primer lugar, se incluyeron dos variables relacionadas con la percepción de amenazas o competencias económicas. Primero, la variable “situación económica del país actual comparada con el pasado” capta percepciones de competencia macroeconómica. Estudios indican que las actitudes hacia la inmigración dependen más del estado percibido de la economía colectiva que de intereses personales (Hainmueller y Hopkins 2014; Meseguer y Kemmerling 2018). En América Latina, estas percepciones expresan competencia estructural o grupal frente a recursos limitados (Vega-Méndez y Visconti, 2021). La segunda variable “Inmigrantes vienen a quitarnos los trabajos” mide percepciones microeconómicas de competencia directa en el mercado laboral, una creencia común en la literatura sobre actitudes hacia la inmigración (Hainmueller y Hiscox, 2010). En América Latina, este temor persiste como representación social generalizada, aunque su efecto empírico es débil (Meseguer y Kemmerling, 2018; Malone, 2019).
En segundo lugar, incluyeron dos variables que captan percepciones de amenazas en el acceso a servicios públicos: “Inmigrantes son una carga para el Estado” y “Inmigrantes deberían tener el mismo acceso a la salud, educación y vivienda”. Ambas reflejan temores de competencia colectiva o fiscal por recursos sociales, ampliamente documentados en la literatura sobre actitudes hacia la inmigración (Meseguer y Kemmerling, 2018; Vega-Méndez y Visconti, 2021).
En tercer lugar, se incorporaron dos variables que miden percepciones de bienestar económico personal y familiar: “Situación económica futura de la familia” y “Percepción del salario”. Ambas captan amenazas al interés individual desde la evaluación personal de bienestar y competencia microeconómica, dimensiones centrales en el estudio de actitudes hacia la inmigración (Hainmueller y Hiscox, 2010; Ross y Rouse, 2015; Thompson, 2022). La primera de estas variables fue recodificada de modo que valores mayores indican actitudes más positivas. La segunda, “Percepción del salario”, se convirtió en una variable dummy con cuatro opciones: Salario no es suficiente, tenemos muchos problemas; Salario no es suficiente, tenemos problemas; Salario es suficiente, no tenemos grandes problemas (categoría de referencia); y Salario es suficiente, podemos ahorrar.
El cuarto grupo corresponde a variables sociodemográficas del respondiente. Se utilizaron:
Edad (variable continua, de 16 a 100 años);
Variables dummy para: “Sexo,” con “hombre” como grupo de referencia; “Raza o Etnicidad,” con “Mestizo” como grupo de referencia, y las categorías blanco y otras, que incluye a quienes se identifican como negros, indígenas y otros grupos minoritarios; y la variable “Posición política” se creó a partir de la recodificación la escala original (1 = izquierda, 10 = derecha) para que el valor 0 (“ninguna”) no fuera interpretado como una posición más a la izquierda que “izquierda”. Incluye las categorías Izquierda, Centro (referencia), Derecha y Ninguna.
Escala de autopercepción de estatus socioeconómico (de “muy pobre” a “muy rico”);
Nivel educativo (variable continua, de 0 años —sin educación— a 13 años que incluye a quienes estudiaron a lo menos un año de educación terciaria).
Finalmente, para el análisis por país, se crearon cuatro variables dummy correspondientes a los cinco principales países receptores de personas inmigrantes venezolanas, utilizando a Chile como grupo de referencia.
La tabla 2 resume las estadísticas descriptivas de las variables utilizadas, para los cinco países analizados con un N final de 4,355 casos debido a valores perdidos en las distintas variables. Las categorías usadas como referencias se presentan en cursiva.
| Variables | Rango | 5 países (N=4,355) | ||
|---|---|---|---|---|
| Media o Porcentaje | Desv. Estándar | |||
Variable Dependiente | Llegada de inmigrantes venezolanos | 1=Muy negativa a 4=Muy positiva | 2.01 | 0.86 |
Variables Independientes | Percepción de amenazas en lo económico | |||
| Situación económica del país actual comparada con el pasado | 1=Muy mala a 5=Muy buena | 2.21 | 1.10 | |
| Inmigrantes vienen a quitarnos los trabajos | 1=Comp. de acuerdo a 4=Comp. en desacuerdo | 2.27 | 0.88 | |
| Percepción de amenazas en los servicios públicos | ||||
| Inmigrantes son una carga para el Estado | 1=Comp. de acuerdo a 4=Comp. en desacuerdo | 2.26 | 0.88 | |
| Inmigrantes deberían tener el mismo acceso a la salud, educación y vivienda | 1=Comp. en desacuerdo a 4=Comp. de acuerdo | 2.72 | 0.87 | |
| Auto interés | ||||
| Situación económica futura de la familia | 1=Mucho peor a 4=Mucho mejor | 3.38 | 1.06 | |
| Percepción del salario | 1=Grandes Problemas | 16.57% | 0.37 | |
| 1=Problemas | 31.88% | 0.47 | ||
| 1=Es suficiente | 39.80% | 0.49 | ||
| 1= Podemos ahorrar | 11.76% | 0.32 | ||
| Características Individuales | ||||
| Edad | 16 a 100 | 41.90 | 16.56 | |
| Sexo | 1=Mujer | 51.47% | 0.50 | |
| 1=Hombre | 48.53% | 0.50 | ||
| Raza o etnicidad | 1=Mestizo | 49.32% | 0.50 | |
| 1=Otras | 24.42% | 0.43 | ||
| 1=Blanco | 26.26% | 0.44 | ||
| Educación | 0= Sin Estudios a 13=Más de 12 años de estudio | 9.67 | 3.84 | |
| Escala Rico-Pobre | 1=Muy pobre a 10=Muy rico | 4.31 | 1.86 | |
| Posición Política | 1=Ninguna | 15.12% | 0.36 | |
| 1=Izquierda | 24.15% | 0.43 | ||
| 1=Centro | 41.73% | 0.49 | ||
| 1=Derecha | 19.00% | 0.39 | ||
| País de encuesta | ||||
| Chile | 19.99% | 0.40 | ||
| Colombia | 19.98% | 0.40 | ||
| Ecuador | 19.99% | 0.40 | ||
| Perú | 19.99% | 0.40 | ||
| Brasil | 20.06% | 0.40 | ||
En promedio, como se observa en la tabla 3, la población latinoamericana muestra opiniones divididas y moderadamente negativas hacia la recepción de inmigrantes venezolanos (media = 2.0 en una escala 1–4; desviación estándar = 0.86). Las percepciones de competencia económica y fiscal son intermedias, mientras que el apoyo a la igualdad de acceso a servicios es relativamente mayor (media = 2.7). Sin embargo, y como se vio en la tabla 1 las diferencias entre países son marcadas: Colombia, Perú y Ecuador concentran las actitudes más desfavorables (más del 75% negativas), lo que puede estar asociado con el cambio rápido de país históricamente de emigración a país de inmigración. Chile ocupa una posición también desfavorable, pero comparativamente de menor “intensidad” (64% negativas), probablemente asociado a la creciente politización del tema migratorio. Brasil, por su parte, presenta el perfil más favorable, con más de la mitad de respuestas positivas (56%). Esto podría atribuirse a las políticas recientes de las administraciones brasileñas, que han otorgado estatus de refugiado a personas inmigrantes provenientes de Venezuela, una medida que no se implementó en ninguno de los otros cuatro países (Zapata y Tapia Wenderoth, 2022).
Estas diferencias iniciales permiten anticipar que tanto las condiciones estructurales de cada país como las características individuales influyen en las actitudes hacia la inmigración. A continuación, se presentan los modelos de regresión por mínimos cuadrados ordinarios (OLS, por sus siglas en inglés), que permiten evaluar simultáneamente el efecto de las percepciones de competencia económica y fiscal, junto con los factores sociodemográficos y contextuales, sobre las opiniones hacia las personas inmigrantes venezolanas. Las distintas dimensiones fueron ingresadas al modelo en orden: primero, amenazas económicas; luego, amenazas en el acceso a servicios públicos; seguidas del interés individual, y finalmente, las características individuales sociodemográficas, permitiendo observar el aporte de cada grupo de variables en la explicación de la variabilidad en las actitudes hacia las personas inmigrantes. En un último paso, se incorporaron las variables correspondientes a los países. Cada una de estas dimensiones corresponde a un modelo en el análisis.
Los resultados de nuestro análisis sugieren, aunque no prueban, que las teorías de la competencia son útiles para explicar las actitudes hacia la inmigración venezolana en los cinco países analizados. Dicho esto, los resultados de las variables sociodemográficas o de características individuales no necesariamente concuerdan con las teorías desarrolladas en el Norte Global, lo que matiza nuestra interpretación. La Tabla 4 presenta los resultados de los cinco modelos.
| Variables | Modelo | 1 | Modelo | 2 | Modelo | 3 | Modelo | 4 | Modelo | 5 | ||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 1 | Situación económica del país actual comparada con el pasado. | B | 0.086 | *** | 0.056 | *** | 0.042 | *** | 0.045 | *** | 0.036 | *** |
| Error Est. | 0.012 | 0.011 | 0.011 | 0.011 | 0.011 | |||||||
| 2 | Inmigrantes vienen a quitarnos los trabajos | B | 0.170 | *** | 0.069 | *** | 0.071 | *** | 0.077 | *** | 0.075 | *** |
| Error Est. | 0.015 | 0.015 | 0.015 | 0.014 | 0.014 | |||||||
| 3 | Inmigrantes son una carga para el Estado | B | 0.149 | *** | 0.149 | *** | 0.149 | *** | 0.143 | *** | ||
| Error Est. | 0.015 | 0.015 | 0.015 | 0.015 | ||||||||
| 4 | Inmigrantes deberían tener el mismo acceso a la salud, educación y vivienda | B | 0.355 | *** | 0.346 | *** | 0.336 | *** | 0.298 | *** | ||
| Error Est. | 0.013 | 0.013 | 0.013 | 0.014 | ||||||||
| 5 | Situación económica futura de la familia | B | 0.049 | *** | 0.043 | *** | 0.061 | *** | ||||
| Error Est. | 0.011 | 0.011 | 0.011 | |||||||||
| 6 | Percepción del salario - Grandes problemasa | B | -0.161 | *** | -0.082 | * | -0.040 | |||||
| Error Est. | 0.034 | 0.035 | 0.035 | |||||||||
| 7 | Percepción del salario – Problemasa | B | -0.156 | *** | -0.108 | *** | -0.080 | ** | ||||
| Error Est. | 0.028 | 0.028 | 0.028 | |||||||||
| 8 | Percepción del salario - Podemos ahorrara | B | -0.022 | -0.041 | -0.048 | |||||||
| Error Est. | 0.037 | 0.037 | 0.037 | |||||||||
| 9 | Edad | B | -0.002 | * | -0.003 | *** | ||||||
| Error Est. | 0.001 | 0.001 | ||||||||||
| 10 | Sexo (Mujer)b | B | -0.035 | -0.044 | * | |||||||
| Error Est. | 0.023 | 0.023 | ||||||||||
| 11 | Otras razas o etnicidadesc | B | 0.119 | *** | 0.000 | |||||||
| Error Est. | 0.029 | 0.030 | ||||||||||
| 12 | Blancoc | B | 0.166 | *** | -0.038 | |||||||
| Error Est. | 0.029 | 0.032 | ||||||||||
| 13 | Años de Educación | B | 0.012 | *** | 0.010 | ** | ||||||
| Error Est. | 0.004 | 0.004 | ||||||||||
| 14 | Escala Rico-Pobre | B | 0.017 | ** | 0.006 | |||||||
| Error Est. | 0.007 | 0.007 | ||||||||||
| 15 | Posición política = Ningunad | B | 0.068 | -0.005 | ||||||||
| Error Est. | 0.038 | 0.038 | ||||||||||
| 16 | Posición política = Izquierdad | B | -0.078 | * | -0.067 | * | ||||||
| Error Est. | 0.033 | 0.032 | ||||||||||
| 17 | Posición política = Derechad | B | -0.097 | ** | -0.079 | * | ||||||
| Error Est. | 0.035 | 0.034 | ||||||||||
| 18 | Colombiae | B | -0.460 | *** | ||||||||
| Error Est. | 0.043 | |||||||||||
| 19 | Ecuadore | B | -0.445 | *** | ||||||||
| Error Est. | 0.043 | |||||||||||
| 20 | Perúe | B | -0.444 | *** | ||||||||
| Error Est. | 0.044 | |||||||||||
| 21 | Brasile | B | -0.072 | |||||||||
| Error Est. | 0.045 | |||||||||||
| Casos | 4,352 | 4,350 | 4,346 | 4,337 | 4,333 | |||||||
| R2 | 0.044 | 0.215 | 0.228 | 0.244 | 0.280 | |||||||
El primer modelo, correspondiente al modelo de competencias económicas, sugiere que las dos variables independientes explican una parte moderada de la varianza (R² = .044, F(2, 4352) = 100.358, p < .001). Asimismo, se observa una asociación significativa, aunque débil, de ambas variables con una evaluación más positiva de estas personas inmigrantes. Sugiriendo que las actitudes no responden solo a condiciones personales sino a percepciones sobre la economía nacional y el mercado laboral. Por una parte, quienes perciben mejor la economía nacional tienen actitudes más favorables hacia los inmigrantes, mientras que, por la otra, el desacuerdo con la idea de que los inmigrantes “quitan trabajos” se asocia con actitudes notablemente más positivas.
El segundo modelo explica el 21.5 % de la varianza (R² = .215, F(2, 4350) = 474.413, p < .001). Este modelo incluye dos variables relacionadas con competencia en el acceso a servicios públicos, ya sea por el acceso a los servicios mismos o por una posible carga fiscal que agregarían los mirantes. Todas las variables muestran asociaciones significativas con la variable dependiente. No obstante, el componente fiscal/distributivo supera al laboral y al macroeconómico, lo que refuerza nuestro argumento de que en América Latina la competencia por recursos públicos —más que por empleo— es central para explicar las actitudes. El ítem “igual acceso a servicios” tiene el coeficiente más alto del modelo (B = 0.355), mostrando que la actitud hacia la igualdad de derechos es el predictor más fuerte de apoyo hacia la inmigración.
El tercer modelo, que agrega al análisis dos variables asociadas a la competencia basada en el bienestar familiar o individual (micro), explica el 22.6% de la variación en la variable dependiente (R² = .226, F(2, 4346) = 17.576, p < .001). En este caso, el optimismo económico personal (situación futura de la familia) tiene un efecto positivo y significativo (B = 0.049) mientras que las categorías de “grandes problemas” (B = –0.161) y “problemas” (B = –0.156) asociadas a la percepción del salario reducen significativamente el apoyo a la inmigración. La categoría “podemos ahorrar” no es significativa, mientras que las variables de los modelos anteriores siguen siendo significativas. Se podría concluir que las preocupaciones personales influyen en las actitudes, pero solo cuando son negativas. El bienestar adicional no aumenta el apoyo, lo que sugiere un sesgo asimétrico: la inseguridad económica genera rechazo, pero la seguridad no necesariamente produce apertura.
El cuarto modelo, que explica aproximadamente el 23.9 % de la variación en la variable dependiente (R² = .2449, F(2, 4337) = 10.655, p < .001), incorpora al análisis las variables sociodemográficas de control. En este modelo se mantienen estables y significativos los efectos de las variables de los otros modelos y se confirma que las actitudes se explican mejor por una combinación de factores estructurales (competencia fiscal y económica) y características individuales, especialmente educación, edad y posición política. La ausencia de significancia en género refuerza la idea de que su efecto es contextual o no sistemático.
Finalmente, en el modelo que incluye los países, las percepciones sobre acceso igualitario a servicios constituyen el predictor más robusto de actitudes hacia la inmigración (B = 0.298, p < 0.001). En la misma línea, el desacuerdo con que “los inmigrantes son una carga para el Estado” (B = 0.143, p < 0.001) y con que “quitan trabajos” (B = 0.083, p < 0.001) se asocia con actitudes más favorables. La evaluación de la situación económica actual del país presenta un efecto positivo, aunque reducido (B = 0.036, p < 0.001). En el plano micro, peores percepciones salariales se vinculan con actitudes más negativas (B = −0.080, p < 0.01) aunque solo para aquellos que perciben “problemas” en que les alcance su salario mensual (“grandes problemas” ya no es significativa), mientras que mejores expectativas económicas familiares predicen mayor apoyo (B = 0.061, p < 0.001).
Entre los controles, la educación (B = 0.020, p < 0.01), ser mujer (B = 0.041, p < 0.05) y menor edad (B = −0.003, p < 0.001) se asocian con actitudes más favorables. En comparación con el centro político (referencia), izquierda y derecha exhiben actitudes menos favorables (B = −0.067 y B = −0.079, p < 0.05). Finalmente, se observan diferencias sustantivas por país: frente a Chile (referencia), Colombia, Ecuador y Perú muestran actitudes significativamente más negativas (B ≈ −0.45, p < 0.001), mientras que Brasil no difiere estadísticamente. Este modelo explica el 27.7 % de la variación en la variable dependiente (R² = .280, F(2, 4333) = 52.809, p < .001).
Para evaluar la robustez del modelo estimamos una matriz de correlaciones de Pearson entre las variables explicativas y ejecutamos regresiones univariadas con la variable dependiente para explorar el poder predictivo individual. Ninguna correlación superó 0.50 (tabla A2) y los valores VIF se mantuvieron por debajo de 2.0, descartando colinealidad. Los modelos univariados confirmaron que las percepciones sobre el acceso a servicios sociales y la percepción de que los inmigrantes son una carga para el estado explican mayor proporción de la varianza (R² = 0.1709 y 0.0652, respectivamente), confirmando que la percepción de una cierta competencia por el acceso a servicios es la determinante principal de las actitudes hacia la inmigración (tabla A3).
Los resultados empíricos confirman que las teorías de la competencia realista, desarrolladas en el Norte Global, son parcialmente aplicables al contexto latinoamericano, pero bajo condiciones estructurales específicas. En los cinco países analizados, las actitudes hacia la inmigración venezolana se articulan principalmente en torno a percepciones de competencia fiscal y distributiva, más que a amenazas laborales o culturales. Este patrón sugiere que, en sociedades caracterizadas por alta desigualdad y limitada capacidad estatal, la amenaza percibida adopta una forma distinta concentrada en la percepción de escasez institucional y competencia por bienes públicos. Así, los hallazgos refuerzan la idea de una “aplicabilidad condicionada” de las teorías del Norte Global, cuya validez depende del tipo de régimen de bienestar y de las estructuras económicas que moldean la experiencia cotidiana de la ciudadanía.
Uno de los aspectos descritos en la literatura, y que se confirma en este estudio, es que la competencia por los recursos es fundamental en la configuración de las actitudes hacia las personas inmigrantes (Turper et al., 2015; Meseguer y Kemmerling, 2018; Eger et al., 2022; Thompson, 2022). Esto sugiere una conexión entre la percepción económica de las personas y sus actitudes hacia la población inmigrante. Estos hallazgos coinciden con estudios realizados predominantemente en el Norte Global, los cuales argumentan que la inmigración se percibe como una amenaza económica, lo que afecta negativamente las actitudes hacia esta población (Hainmueller y Hiscox, 2010; Turper et al., 2015; Ross y Rouse, 2015; Paredes, 2017).
No obstante, nuestros resultados contradicen estudios sobre actitudes hacia la inmigración en el Norte Global como los de Turper et al. (2015) que sostienen que la competencia colectiva está más influida por la economía del país que por el acceso a servicios públicos (ver también Dražanová, 2022). En América Latina, el acceso a estos servicios es limitado y desigual (Noy y Voorend, 2016), y ninguno de los países analizados posee un sistema comparable al de los estados de bienestar europeos o al sistema estadounidense. Por tanto, la escasez de estos servicios podría llevar a que los nacionales no consideren a los inmigrantes como una competencia frente a los servicios sociales recursos (o falta de) que los estados proveen a sus ciudadanos. Nuestros resultados igualmente refuerzan la idea de que las preocupaciones económicas —individuales o familiares— moldean las actitudes hacia las personas inmigrantes. Esto sugiere que quienes no están preocupados por su situación económica tienden a tener actitudes más favorables en comparación con quienes sí lo están.
Algunos autores sostienen que las actitudes individuales hacia personas inmigrantes están más influenciadas por la competencia colectiva que por la basada en el interés individual (Hainmueller y Hiscox, 2010; Turper et al., 2015). Nuestros resultados permiten argumentar que esto también sucede en los países analizados ya que las variables asociadas al acceso a servicios públicos (B = 0.298, p < 0.001), el impacto fiscal (B = 0.143, p < 0.001)., y la competencia laboral (B = 0.075, p < 0.001), explican una mayor parte de la varianza que aquellas asociadas al interés individual o bienestar familiar (tabla 3 y tabla A3).
Al analizar las diferencias según características sociodemográficas, observamos que, a diferencia de lo que ocurre con las teorías de la competencia, los patrones encontrados en la literatura del Norte Global sobre características individuales no siempre se replican en América Latina. Por ejemplo, nuestros resultados indican que si bien las personas más jóvenes tienen actitudes más positivas hacia las personas inmigrantes que los adultos (como es en el norte global), la magnitud de esta asociación es marginal.
Como mencionamos anteriormente, otras investigaciones (Valentova y Alieva, 2014; Dražanová, 2022) hallaron que el género no es una variable que explique definitivamente si las mujeres tienen actitudes tanto o más negativas hacia las personas inmigrantes que los hombres. Por otra parte, estudios latinoamericanos (Rodriguez Chatruc y Rozo, 2021) muestran que los hombres presentan actitudes más negativas. Nuestros resultados sugieren que, solo al incluir los países en el modelo las mujeres tienden a mostrar actitudes estadísticamente significativas más negativas, lo que indica que la influencia del género puede depender de contextos culturales del país de inmigración.
Una posible explicación es la influencia de estereotipos de género sobre las personas inmigrantes venezolanas. Klimenko et al. (2020) analizan cómo estos estereotipos, en particular la sexualización de las mujeres venezolanas, impactan negativamente en las percepciones tanto de hombres como de mujeres. Este factor podría haber influido en los resultados del presente estudio. Se requieren más investigaciones para explorar el papel del género en las actitudes hacia las personas inmigrantes en América Latina.
La autoidentificación con una raza o grupo étnico ha sido ampliamente estudiada en la literatura del Norte Global. Sin embargo, en el contexto latinoamericano, su medición presenta desafíos. Esto puede deberse a diferencias culturales en la percepción de la raza y la etnicidad, que no se definen del mismo modo que en el Norte Global (Telles y Paschel, 2014). Los resultados muestran que cuando los países no están todavía incorporados en el modelo, es decir en el modelo 4, tanto los que se autodefinen como blancos como los que se autoidentifican como negros tienen actitudes positivas y significativas en relación con aquellos que se definen como mestizos (B = 0. 0.119, p < 0.001 y B = 0.166, p < 0.001 respectivamente). Esto contrasta con estudios del Norte Global, donde las personas blancas suelen mostrar actitudes más negativas hacia las personas inmigrantes (Thompson, 2022). También difiere de los hallazgos de Paredes (2017), quien no encontró diferencias significativas en las actitudes entre grupos raciales.
Otro aspecto que difiere de la literatura existente es que este estudio solo encuentra una relación marginalmente positiva el auto posicionamiento en la Escala Rico-Pobre, utilizado como proxy de clase social, influye en las actitudes hacia las personas inmigrantes. De todas las variables sociodemográficas estas son las únicas que dejan de ser significativas cuando se incorporan los países al modelo. Esto puede estar vinculado a los contextos nacionales y a las particularidades culturales y conceptuales sobre clase, raza y etnicidad en América Latina, lo que hace necesario seguir investigando el impacto de estas variables. Una posible explicación es la transversalidad de la migración venezolana en cuanto a clase, ya que a lo largo de los años esta se ha diversificado significativamente tanto en términos de nivel socioeconómico como “raciales” (Vivas y Páez, 2017).
Otro hallazgo inesperado se relaciona con la orientación política. Estudios del Norte Global han mostrado que las personas con ideologías liberales tienden a tener actitudes más favorables hacia las personas inmigrantes, en comparación con las conservadoras (Berinsky et al., 2020; Pryce y Chenane, 2023). En América Latina, Malone (2019) encontró que las personas con ideologías de derecha presentan actitudes más negativas hacia la inmigración. Sin embargo, los resultados de este estudio revelan asociaciones significativas pero contradictorias entre la posición política y las actitudes hacia la inmigración venezolana. Esto podría explicarse por dos factores. Por una parte, las personas de izquierda tienen actitudes más desfavorables hacia una población que se asume que es de derecha, ya que están dejando un país administrado por un gobierno asociado a la izquierda política. Por otra, la creciente importancia numérica de esta migración en los países de destino y la creciente asociación entre migración y delincuencia puede estar generado actitudes desfavorables hacia una inmigración que más allá de su posible ideología es constantemente construida como una “invasión” entre quienes proponen aplicar políticas migratorias restrictivas (Holland et al., 2024).
Finalmente, la literatura del Norte Global ha señalado que la educación es un factor clave en la configuración de actitudes hacia las personas inmigrantes (Yang y Mena, 2019). Nuestro estudio también encuentra que esta variable tiene un impacto significativo, si bien sus efectos son marginales. Una posible explicación es que las actitudes en contra de esta inmigración sean transversales a las sociedades receptoras de tal forma que los distintos niveles educacionales no logren moderar estas actitudes de manera importante.
En suma, nuestros resultados indican que en países seleccionados de América Latina las percepciones de amenaza son materiales y estructurales y la competencia se percibe como una disputa por recursos públicos limitados y por la capacidad del Estado para proveer bienestar. Este contraste sugiere que los marcos explicativos desarrollados en contextos de estados de bienestar consolidados requieren ser recontextualizados en escenarios de desigualdad persistente y fragilidad institucional. En tales entornos, la amenaza realista adquiere un contenido fiscal y distributivo, más que identitario, lo que redefine la manera en que las teorías sobre actitudes hacia la inmigración deben aplicarse y adaptarse al Sur Global.
En conjunto, estos resultados aportan evidencia para una comprensión situada y comparativa de las actitudes hacia la inmigración. Al mostrar que la competencia percibida en América Latina se configura principalmente en torno a la escasez institucional y la capacidad fiscal, este estudio amplía el alcance de las teorías de la competencia realista más allá del Norte Global. La noción de aplicabilidad condicionada subraya que las teorías sobre actitudes migratorias no operan de manera universal, sino que dependen de los contextos históricos y estructurales que definen los límites materiales de la inclusión y la pertenencia en cada sociedad.
En este sentido, los hallazgos empíricos no solo amplían el alcance de las teorías existentes, sino que también abren nuevas preguntas sobre cómo los regímenes de bienestar, la desigualdad y la capacidad estatal moldean las actitudes hacia la inmigración. A continuación, se presentan las conclusiones del estudio, que sintetizan sus principales aportes teóricos y empíricos, así como las implicaciones para futuras investigaciones comparativas sobre migración sur-sur.
Este estudio analizó las actitudes hacia la inmigración venezolana en países seleccionados de América Latina a partir de las teorías de la competencia realista, con el objetivo de evaluar su aplicabilidad condicionada en contextos del Sur Global. Los resultados mostraron que las percepciones de competencia fiscal y distributiva —más que las amenazas laborales o económicas— son los principales determinantes de las actitudes hacia las personas inmigrantes. Asimismo, las características individuales, como la edad, la educación y la orientación política, influyen de manera estadísticamente significativa, aunque con un peso relativo muy limitado.
En contraste con la literatura del Norte Global, donde las actitudes hacia la inmigración se explican principalmente por la competencia económica (micro o macro), los resultados para los países seleccionados de América Latina muestran que las percepciones de competencia por servicios públicos y recursos sociales tienen un peso sustantivamente mayor. Esto sugiere que, en contextos de bienestar fragmentado y escasez estructural, las actitudes hacia los inmigrantes se articulan más en torno a la defensa de bienes colectivos limitados que a la protección del empleo o los ingresos individuales. En consecuencia, las teorías desarrolladas para economías avanzadas requieren ser adaptadas a entornos donde el acceso desigual al Estado —y no su redistribución— define el marco de competencia percibida.
Estos hallazgos confirman que las teorías desarrolladas en el Norte Global pueden aplicarse parcialmente a la región, siempre que se incorporen las particularidades de su desigualdad estructural y limitada capacidad estatal. En conjunto, estos resultados invitan a repensar las teorías sobre actitudes hacia la inmigración desde una perspectiva más contextual y comparativa. En América Latina, la desigualdad y la debilidad institucional no solo condicionan la recepción de personas migrantes, sino que también moldean la forma en que la ciudadanía percibe la competencia por recursos y derechos. Reconocer esta especificidad es fundamental para diseñar políticas públicas que fortalezcan la cohesión social y reduzcan percepciones de amenaza. Así, el estudio contribuye a situar el análisis de la migración sur-sur dentro de un marco teórico más plural y globalmente informado.
Los autores agradecen a los evaluadores anónimos por sus comentarios y sugerencias que ayudaron a mejorar y fortalecer nuestro artículo.
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| Indicador | Venezuela | Brasil | Chile | Colombia | Ecuador | Perú |
|---|---|---|---|---|---|---|
| Esperanza de vida al nacer (años) | 73 | 75 | 80 | 77 | 76 | 77 |
| Mortalidad materna (por 100.000 nacidos vivos) | 259 | 60 | 19 | 67 | 59 | 88 |
| Mortalidad infantil (por 1.000 nacidos vivos) | 12.8 | 12 | 6.4 | 13.9 | 11.4 | 13.5 |
| Población bajo US$1.90/día (PPP, %) | 18% | 3% | 1.2% | 10% | 8% | 7% |
| Tasa de alfabetización (%) | 98.7% | 93.2% | 96.4% | 95.6% | 94.5% | 94.2% |
| Desempleo (%) | 6.8% | 8.3% | 7.9% | 9.7% | 5.1% | 6.4% |
| Niños (0–14 años) en pobreza (%) | 34% | 28% | 21% | 40% | 36% | 33% |
| Variables | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 9 | ||||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 1 | Situación económica del país actual comparada con el pasado. | R | 1 | |||||||||||||||
| N | 5,946 | |||||||||||||||||
| 2 | Inmigrantes vienen a quitarnos los trabajos | R | 0.043 | ** | 1 | |||||||||||||
| N | 5,755 | 5,802 | ||||||||||||||||
| 3 | Inmigrantes son una carga para el Estado | R | 0.090 | ** | 0.441 | ** | 1 | |||||||||||
| N | 5,589 | 5,569 | 5,630 | |||||||||||||||
| 4 | Inmigrantes deberían tener el mismo acceso a la salud, educación y vivienda | R | 0.07 | ** | 0.089 | ** | 0.22 | ** | 1 | |||||||||
| N | 5,594 | 5,546 | 5,426 | 5,638 | ||||||||||||||
| 5 | Situación económica futura de la familia | R | 0.235 | ** | 0.018 | 0.079 | ** | 0.107 | ** | 1 | ||||||||
| N | 5,642 | 5,514 | 5,380 | 5,395 | 5,684 | |||||||||||||
| 6 | Edad | R | -0.033 | * | 0.035 | ** | -0.062 | ** | -0.034 | ** | -0.16 | ** | 1 | |||||
| N | 5,946 | 5,802 | 5,630 | 5,638 | 5,684 | 6,003 | ||||||||||||
| 7 | Años de Educación | R | -0.061 | ** | -0.108 | ** | -0.054 | ** | -0.003 | 0.051 | ** | -0.327 | ** | 1 | ||||
| N | 5,946 | 5,802 | 5,630 | 5,638 | 5,684 | 6,003 | 6,003 | |||||||||||
| 8 | Escala Rico-Pobre | R | 0.063 | ** | -0.019 | -0.009 | 0.074 | ** | 0.191 | ** | -0.111 | ** | 0.298 | ** | 1 | |||
| N | 5,903 | 5,767 | 5,599 | 5,602 | 5,653 | 5,955 | 5,955 | 5,955 |
| Variables | Signo | R2 | p |
|---|---|---|---|
| Situación económica del país actual comparada con el pasado. | Pos. | 0.0102 | <.001 |
| Inmigrantes vienen a quitarnos los trabajos | Pos. | 0.0236 | <.001 |
| Inmigrantes son una carga para el Estado | Pos. | 0.0652 | <.001 |
| Inmigrantes deberían tener el mismo acceso a la salud, educación y vivienda | Pos. | 0.1709 | <.001 |
| Situación económica futura de la familia | Pos. | 0.0113 | <.001 |
| Percepción del salario - Problemas | Neg. | 0.0050 | 0.004 |
| Edad | Neg. | 0.0079 | <.001 |
| Sexo (Mujer) | Neg. | 0.0008 | 0.053 |
| Años de Educación | Pos. | 0.0065 | 0.005 |
| Posición política = Izquierda | Neg. | 0.0027 | 0.037 |
| Posición política = Derecha | Neg. | 0.0002 | 0.021 |
| Colombia | Neg. | 0.0187 | <.001 |
| Ecuador | Neg. | 0.0129 | <.001 |
| Perú | Neg. | 0.0220 | <.001 |