El castigo de los hijos por los pecados de los padres
Palabras clave:
castigo, pecado, solidaridad, justicia divina, responsabilidad individual, EzequielResumen
El castigo de los hijos por los pecados de los padres, mencionado en Éxodo 20:5-6, ha generado interpretaciones diversas. Algunos lo ven como una consecuencia física de los pecados de los padres, mientras otros lo consideran un castigo divino. Sin embargo, la justicia divina no contradice la responsabilidad individual, como afirman Ezequiel y Jeremías, quienes destacan que cada persona será juzgada por sus propios actos. La solidaridad entre generaciones puede explicar cómo los pecados de los padres afectan a los hijos, no como castigo directo, sino como una prueba para los inocentes y un castigo para los culpables. Este principio se armoniza con otros pasajes bíblicos, como Deuteronomio 24:16, que prohíbe castigar a los hijos por los pecados de los padres en el ámbito humano. La interpretación correcta resalta el odio de Dios al pecado y su justicia, sin comprometer su misericordia ni la responsabilidad individual.
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